Abogacía: ética y profesionalidad en su gestión organizacional

Resumen

Introducción: La abogacía, en si misma implica una gran responsabilidad social en los momentos actuales. Conocer el caso en cuestión, empaparse de las circunstancias y los hechos es solo el primer paso de estos profesionales. Por ello el jurista debe ir de la mano de ser un hombre de carácter intachable, con un alto nivel de cultura y sobre todo respetuoso de los valores éticos de la profesión. Estas características ético-morales, son imprescindible paras lograr un profesional acorde a las exigencias de estos tiempos. Objetivo: analizar integralmente los principales criterios que mueven la ética jurídica y su influencia en el buen actuar de los abogados, con una visión holística del tema y a partir de una amplia revisión bibliográfica. Métodos científicos:  analítico deductivo, que permitió analizar los criterios teóricos que se aluden después de la búsqueda bibliográfica y deducir los que se aplican a la ética jurídica; inducción para buscar la lógica formal en el tracto de lo planteado en relación con la ética jurídica y actuar de los profesionales del Derecho, y el analítico sintético que permitió resumir lo planteado. Además, se empleó la técnica de la observación en tres entidades públicas del Derecho en el Ecuador. Conclusiones: En la ética jurídica contemporánea, desde la perspectiva teórica y fenomenológica, se pone énfasis en la ética del valor, el pensamiento del valor y la comunicación de cuestiones éticas y profesionales en relación con la realidad en las profesiones jurídicas. Cada una de las profesiones jurídicas ha realizado una codificación de la ética teniendo en cuenta el bien moral en la ética situacional del abogado, problemas de patrones personales, praxeología.  Las corporaciones legales son tratadas como comunidades de comunicación ética. La ética profesional suele entenderse como el desarrollo de las normas y perspectivas éticas más importantes para una profesión específica y la definición de sus motivaciones reales. La observancia de las normas de ética profesional y el cuidado del adecuado nivel moral de las personas que ejercen la abogacía tiene como objetivo aumentar el prestigio de la abogacía. Los abogados deben aceptar la obligación de formar la cultura y la conciencia jurídica de la sociedad como su deber y puede cumplirse mediante una comunicación adecuada.